La vida es una canción

Todos tenemos momentos que marcaron nuestras vidas. Escenas que quedarán por siempre en nuestras mentes, personas a las que nunca olvidaremos, situaciones adversas y prósperas, cosas que hicimos, otras que no nos atrevimos a hacer. La unión de todo da paso a la nostalgia. A veces una melodía nos hace recordar esa etapa intensa, porque la letra nos cae como anillo al dedo o quizá porque apareció o lo escuchamos justo en aquel instante.

La música es melodía, es ritmo, es alegría, es creatividad, es sonoridad, es en definitiva una protagonista fundamental de nuestras vidas, ya que nos acompaña en disímiles momentos, y en las distintas etapas de nuestro desarrollo como seres humanos.

En nuestros primeros años escuchábamos canciones infantiles interpretadas por payasos, animadoras/es de programas de televisión o por las voces de nuestros padres y demás seres queridos. Nuestra adolescencia estuvo marcada por los temas musicales de moda, aquellos que bailamos en nuestros primeras fiestas y que solicitamos en más de una ocasión en alguna emisora de radio. Y en nuestra adultez tendremos aquellas canciones que marcan nuestras relaciones amorosas, que suenan de fondo mientras nos juntamos a tomar alguna copa de vino o cenar algo rico con nuestros amigos y amigas, o aquellas que nos acompañan en nuestros momentos caracterizados por la soledad e incluso por la tristeza.

Esos sonidos, esas melodías que nos hacen emocionar, reír y reflexionar nos confirman que “La Vida es una Canción”.